Sentado, frente al mar, el vaivén de las olas me traen recuerdos de aquellos besos que nos dimos. El olor fresco del mar, profundiza en mi mente como si de tu perfume se tratara. La arena, dorada alfombra, me brinda un lecho perfecto en el que pensar mientras miro el horizonte, como a la espera de una señal. Suspiro, tomo aire y dejo que el olor vuelva a inundarme una vez más. Tras esto, me levanto y sigo hacia adelante, mientras el mar borra mis huellas que voy dejando, como si nada de esto hubiera ocurrido.sábado, 12 de mayo de 2012
Paseo por la orilla del mar.
Sentado, frente al mar, el vaivén de las olas me traen recuerdos de aquellos besos que nos dimos. El olor fresco del mar, profundiza en mi mente como si de tu perfume se tratara. La arena, dorada alfombra, me brinda un lecho perfecto en el que pensar mientras miro el horizonte, como a la espera de una señal. Suspiro, tomo aire y dejo que el olor vuelva a inundarme una vez más. Tras esto, me levanto y sigo hacia adelante, mientras el mar borra mis huellas que voy dejando, como si nada de esto hubiera ocurrido.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario