jueves, 26 de julio de 2012

Olas que rompen.

 El sonido del mar rompiendo contra las rocas acompaña al fluir del lápiz mientras plasma en el papel mis pensamientos de grafito. Me reconcilio conmigo mismo, encontrándome, al igual que el abrazo fuerte de la ola con la roca.
 Efímero. Pocas son las veces en las que consigo contactar con lo más recóndito de mi mente. Aquí, frente al mar, acompañado por un sol álgido, consigo despejarme de todo aquello que me rodea. Los problemas no desaparecen, pero puedo concentrarme en ellos de una manera objetiva.
 Es entonces cuando la mirada fija de tus ojos se refleja en el mar, cayendo perdidamente en tu recuerdo. ¿Ni tú me puedes ofrecer un descanso, una evasión? El templo de la inspiración ha caído, con él la entereza y la serenidad.
 Traicionado por el que me ofrecía cobijo y descanso, sin apoyos ni cura. Cierro los ojos, imagino tu silueta y pinto con los colores del mar un nuevo universo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario