Bueno, con el final de la noche de hoy dejamos atrás estas fechas tan emotivas y familiares, marcadas de fiestas, para volver de nuevo al trabajo. Las primeras cosas que pasan hoy por nuestra cabeza como rutina, horario, clases, exámenes, esfuerzo, tareas... y hacemos que sea un cambio fatigoso y triste, apenado y costoso. Yo creo que al menos habría que buscar el lado positivo, como a todo en la vida, para que sea algo más de nuestro agrado. ¿Por qué no pensar en que vas a ver a gente que no has visto lo suficiente en estas navidades o que vas a echar buenos ratos con tus colegas de clase? Para mí, al menos, es un motivo suficiente para levantarme cada día con una sonrisa y poder compartirla con mis buenos amigos. Hacer que cada día tenga un detalle que recuerdes el día siguiente. Es cierto que visto así, aún está su parte negativa (Profesores, exámenes...), pero ya al menos tiene su parte buena. También es cierto que los amigos se hacen en la calle, pero también se hacen en el instituto, ya que puedes descubrir a personas increíbles con las que merece la pena contar y tener a tu lado.
Ya de paso, si me lo permites amigo lector, quiero aprovechar para agradecer a todas esas personas que han compartido momentos conmigo estas navidades, que han hecho de ella una navidad digna de recordar, rodeado de buenas personas.
Tras esto, retomemos el tema. Puede que eso de ir al instituto sea un coñazo, pero siempre tendremos allí a esas personas que tanto queremos y con las que nos lo pasamos tan bien día a día. ¿No crees ya que merece la pena esforzarte, al menos, para levantarte con el pie derecho?
Te doy la razón, hay que buscar un lado positivo en todo, aunque algunas veces cueste :)
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