No ando muy bien de inspiración últimamente, por lo que recurriré a mi libreto para colocar algunas reflexiones aquí del pasado, que tanto me ayudaron al desahogo y que sigo manteniendo por aquí. Espero que os gusten.
" ¿Qué hacer cuando todo lo tienes en contra, cuando sabes que tu meta es inalcanzable, cuando el camino se topa con un risco impenetrable, que no se puede subir, cuando tu propio ser te dice que no es posible, cuando tu propia meta te niega que vas a llegar, que la vas a conseguir, cuando lo ves todo negro y no es posible alcanzar la salida de este hoyo? Pues simplemente me refugio en la duda de no saber el futuro, el reloj de arena es el único que me puede dar la respuesta, aunque tarde o hasta que yo mismo desista, cosa que aún no es posible, mi meta está en cabeza y mente y no quiero que salga de ahí... Se perfectamente que es la correcta, la mejor, con la que saldré más benefiaciado.. Con la que seré más feliz... Pero se escapa.. Los deseos no se cumplen siempre.. Sobre todo si deseas cosas imposibles, te fijas en una meta celestial, la cual no tienes lo suficiente para llegar... La vida es así... No se puedo hacer más que esperar... o convencerme de que no es posible... "
" Paredes que crujen, tabiques mentales que tiemblan, culpa de un alarido, desahogo de frustración, no saber qué hacer, qué camino ante semejante indecisión. He dado todo lo posible. Me he esforzado llegando a mis límites, todo por tí, no hubo suerte, nadie tiene la culpa, pero todo recae en mí, cuantioso peso que poco a poco me hace doblegarme en mi decidido camino permanente. No saber que hacer sabiendo que el camino no acabará en lo esperado, aunque la esperanza siempre venga para alentar con el beneficio de la duda. Ella, traicionera y cegadora, me insiste, al oído, que no pudo saber lo que me depara el futuro. Mi mente, ilusa, le sigue la corriente, recordando todo aquelo por lo que observé a aquella chica, linda y preciosa, que me hacía tanto reír. Ahí te dejas llevar, das el brazo a torcer y, como es lo que quieres oír, no te opones... Pero claro, pasado el tiempo reflexionas y te planteas el problema de nuevo, sin ver solución, cegado una vez tras otra. El tiempo da de sí, y tu mente deja de ser ingenua. se vuelve perspicaz y no cree tan fácilmente en lo que se le dice. Es ahí cuando ves que todo ya es en vano, que no puedes seguir, que el camino se topó con una pared de piedra maciza y yo, cual preso encarcelado, solo arañaba débilmente esa pared y marcaban los días que pasaban, uno a uno... Mi pensamiento era semejante al del preso que espera la libertad estando en cadena perpetua. No es tan fácil como parece. Sí, en mi posición puedo seguir otros caminos, pero si sabes que esoque tanto te atrae y que es de lo mejor que has podido tener nunca está detrás de ese muro... ¿Por qué no derribarlo y esperar a que caiga? Vuelve la esperanza a hacer de las suyas... No es fácil renunciar a eso. Dar la vuelta, y sin mirar atrás, atravesar otros caminos que nadie sabe que depararán..."
Me ha gustado mucho la segunda, aunque nunca antes la hubiera leido, un buen trabajo :)
ResponderEliminar